Rafael Poleo habló en la acalorada entrevista que le hizo Jaime Bayly sobre los intereses petroleros de EE. UU. en Venezuela reflejando un atraso en geopolítica energética de varias décadas.
Que alguien por favor le diga, que nadie quiere a Venezuela produciendo petroleo de nuevo. No lo quieren los gringos, no lo quieren los latinoamericanos y menos los aliados del chavismo: ¡nadie!… solamente Tillerson y eso.
Cuando uno revisa lo que ha sido la destrucción de la industria petrolera de Venezuela es muy difícil asumir que haya sido solamente incompetencia.
Pasar de 3.2 millones de barriles diarios a casi 1.6 millones es inimaginable, ni Colombia en su mejor momento ha producido 1.6 millones, y eso es lo que representa la caída de la producción de la industria venezolana, la desaparición de todo un país petrolero de la faz del planeta y justo en el lugar con mayores reservas petroleras. ¿Incompetencia? ¿Tanta?
Si Venezuela recupera la democracia y se abre nuevamente a la inversión extranjera o por lo menos facilita que se reactive su industria petrolera —habrá sin lugar a dudas una caída en los precios del petróleo—. Eso no le conviene ni a los gringos, ni a los latinoamericanos y mucho menos a los aliados del chavismo.
Los gringos no quieren a Venezuela produciendo petróleo de nuevo
Trump tiene su agenda de generación de empleos en los estados que lo votaron, los republicanos, y esos son dónde principalmente se ha desarrollado la nueva frontera de fracking, la caída del precio del petróleo lo desconecta con sus electores más militantes, —y eso es algo que Poleo no tiene en cuenta—, ya no es la era de unas cuantas multinacionales buscando yacimientos por todo el mundo para alimentar una creciente industria automovilística.
La cosa es distinta, EE. UU. ya no solamente importa petróleo, nuevamente exporta y además con tecnologías intensivas en conocimiento y con capacidad de multiplicar la renta en bastas regiones por el tipo de yacimientos antes inalcanzables que ahora pueden abordarse .
Para Trump Venezuela libre es más petróleo, menor precio, menos inversión, menos empleos, menos votos. Seguirá presionando la agenda humanitaria pero lo militar lo tiene concentrado en el patio trasero de sus verdaderos contrincantes: Rusia, Irán y China.
Y los latinoamericanos tampoco
Para los latinoamericanos una Venezuela libre y la reactivación de la industria petrolera venezolana — implica también algo de mala noticia—.
En general todos los gobiernos latinoamericanos aprovecharon para llenar ese espacio de oferta que dejaba vacía la caída de la producción venezolana, y no solamente aprovecharon para procurarse nuevos ingresos sino también para generarse nuevos niveles de gasto.
El resurgimiento de la industria petrolera venezolana y la consecuente caída del precio del petrolero generaría presión fiscal con impuestos al alza por toda la región añadiendo además tensiones políticas internas.
El país que mejor se beneficia de una recuperación económica venezolana, sin duda, es Colombia pero el tipo de exportaciones de valor agregado que se darían demora en generar crecimiento e ingresos fiscales, mucho más rápido sería el impacto negativo vía la dependencia a los dividendos de Ecopetrol.
Y Chile que en general se comporta como importador de hidrocarburos, podría verse favorecido por una caída del petróleo y tiene ahora un elemento de geopolitica energética diferente, entre más caro sea el petróleo más rápido se abrirá la demanda a los autos eléctricos que son intensos en cobre, principal producto de exportación chileno .
Luego todos los gobiernos latinoamericanos pueden querer la democracia y la libertad en Venezuela pero no el petróleo venezolano… así que eso tendrá peso en una posible intervención militar humanitaria, la cruda mirada de beneficios y costos.
Irán y la destrucción masiva de la industria
Sin embargo, cuándo uno se pregunta por el nivel de incompetencia que tuvo que hacer falta para una destrucción de semejante magnitud tiene que también preguntarse si no fue premeditado.
Y la pregunta que salta a la vista es ¿a quién benefició más la destrucción de la capacidad petrolera de Venezuela? … y la respuesta clara es: a los principales aliados del chavismo, Irán y Rusia.
Asumamos que todo el personal técnico petrolero venezolano era antichavista y que prefirió el exilio a la deshonra de trabajar para el socialismo del siglo XXI , asumamos que entonces no quedó nadie experto en Venezuela para mantener la producción o por lo menos evitar la destrucción productiva.
¿por qué entonces no recurrieron a sus tan alardeados aliados Irán y Rusia para que les dieran respaldo técnico estratégico? ¿No se supone que los amigos están para ayudarse? ¿Que las alianzas son para complementarse en temas relevantes? ¿Entonces? ¿Dónde están las misiones rusas o iraníes evitando el desastre petrolero? ¿dónde la cooperación técnica anti-imperialista? … Ah bueno, si no ayudan al enfermo es que lo quieren ver muerto.
¿Para qué otra cosa les puede haber servido en lo concreto el apoyo al chavismo a Irán y Rusia sino para estar seguros de la disminución de la producción de petroleo, el principal bien del que depende la financiación de su gasto militar?
Nada más estratégico para Irán y Rusia que destruir uno de los principales proveedores de petroleo de su enemigo, EE. UU. ¿Cuántos misiles y aviones se habrían necesitado para destruir una producción de 1.6 millones de barriles diarios?… y sin embargo lo único que tenían que darle era eventos protocolarios de show a la mafia de Miraflores.
Muchas fotos, muchas declaraciones, muchos homenajes para garantizar que la producción de petróleo venezolano siguiera cayendo. Mantener al chavismo gobernando en Venezuela es una estrategia más efectiva que negociar en la OPEP cuotas y recortes.
Irán quizás sea el verdadero autor y operador de la estrategia, tiene mucha mayor presencia y ascendencia sobre el chavismo y se anota un punto de colaboración con los rusos mientras ellos están en otras regiones, agendas y tensiones.
Además desde la bomba en Argentina son mucho más activos en Suramerica y tienen una tensión más difícil de componer con los estadounidenses. Y puede que a esta altura a nadie le interese que Venezuela vuelva a producir petróleo, ni a los gringos, ni a los latinoamericanos.
Pero quienes tenían capacidad e influencia para impedir la destrucción de la industria venezolana, son los primeros sospechosos de que ese desastre productivo sea mucho más que simple incompetencia, un plan para a corto plazo mejorar el precio de los barriles propios y a largo quitarle retaguardia energética al enemigo.
Quizás la historia petrolera de Venezuela cuente que el peor enemigo que ha tenido no es Cuba parasitando sus barriles sino Irán haciendo desaparecer su industria.
Y como con el chavismo todo es posible de empeorar otra vez fueron las gallinas a buscar al zorro para que les ayude a cuidar el gallinero .
Más fotos, más declaraciones y más homenajes, para tratar de mostrar que están haciendo lo contrario de lo que verdaderamente hacen. En el lenguaje del chavismo dónde alimentar es matar de hambre, curar es dejar sin medicinas, mejorar la economía es llevarla a peores niveles.
Obviamente un acuerdo de cooperación es un acuerdo de destrucción, pero quizás mejor, quizás por fin Venezuela se quite la maldición petrolera gracias a la mano negra de los iraníes, porque lo cierto es que lo único que no va a salvar a Venezuela es el petroleo. Que se lo digan a Poleo.
Fuente: es.panampost.com