En la pelota | Beisbol hace 100 años, el progreso y las tragedias

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El año 1920, hace ahora un siglo, fue de mucha actividad en el mundo del beisbol, incluso en Venezuela, donde comenzábamos a jugarlo.   Se jugaba beisbol en Caracas desde fines del siglo XIX, y había llegado a la ciudad en 1902, el shortstop cubano, Emérito Argudín, tremendo bateador, muy preparado y enamorado del juego de pelota, quien nos lo transformó hacia lo mejor, por ejemplo profesionalizándolo, haciéndolo un deporte serio.  

Escribió la primera traducción de las Reglas publicadas en Venezuela, fundó el diario “Base Ball” y se hizo líder del juego, hasta ser uno de los organizadores de la Serie Nacional de Primera Categoría, 1926-1927. Poco después regresó Emérito a natal.  

Luchaba entonces el mundo por reponerse de dos horribles dramas, la Primera Guerra Mundial, terminada en 1918, y la pandemia llamada peste o gripe española, que mató a más de 50 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1919.

Fue 1920 el año cuando Ray Chapman, shortstop de los Indios, resultó el primero, y hasta ahora el único bigleaguer muerto en el terreno de un pelotazo. No se usaban todavía los cascos.

El lanzador Carl May, de los Yankees, fue el autor del rectazo, en la tarde del martes 17 de agosto, en el Polo Grounds, de Manhattan, donde tuvo su casa el equipo de Nueva York temporalmente, ya que estábamos a tres años de inaugurar Yankee Stadium.  

Un rectazo de este lanzador de los Yankees, Carl May, causó la muerte de Ray Chapman, shortstop de los Indios. La pelota le fracturó la base craneal.
 

Los Indios ganaron ese juego de la tragedia 4-3, y subieron al día siguiente a Joe Sewell, para que se ocupara de la posición de shortstop.  

Jugando todos en memoria y en homenaje a Chapman, ganaron el campeonato más la Serie Mundial a los Dodgers de Brooklyn. A la viuda de Chapman, le entregaron tres mil 986 dólares con 31 centavos, lo que le correspondía a su esposo como parte del equipo Campeón.  

En Grandes Ligas ningún otro ha fallecido en tales circunstancias, aún cuando sí ha habido graves accidentes, como los de Tony Conigliaro y Dickie Thon. Ellos dos jamás pudieron jugar como antes de recibir bolazos en la cara, aún cuando fueron golpeados, en plena época del uso del casco. Pero no fueron pelotazos a la cabeza, sino a la cara.  

El diario “The News” tituló a toda primera página…: “Chapman muere, por un pelotazo… Jugadores demandan que Mays se vaya”.

El primer pelotero muerto trágicamente en la acción, fue el primer profesional de este deporte, Jim Craighton, en octubre de 1862, en Brooklyn. Sufría de hernia en la vejiga y se la destrozó haciendo un swing con el cual disparó jonrón.

Chapman clamó bañado en sangre:“¡Díganle a mi esposa que la quiero mucho!”        

Al momento de la tragedia ganaban los Indios 3-0, y la cuenta en el joven era 1-1.  La pelota rebotó contra la cabeza de Chapman, quien cayó al lado del home. Le manaba sangre por las orejas.

El umpire, Tom Connolly, gritó que llamaran a un médico (aún no los tenían los equipos bajo contrato, como hoy día). Jugadores de ambos clubes rodearon a Ray. Con ayuda, logró incorporarse, y caminaba rumbo al clubhouse, al cual había que ir atravesando el terreno hacia el centerfield.  

“Infórmenle a Kate (su esposa) que estoy bien”, balbuceó, “y por favor, díganle que la quiero mucho. ¿Y dónde está mi anillo?”.  

El trainer guardaba el anillo con brillantes, regalo de su esposa Kathleen Daly, quien le había despedido la noche anterior en la estación del tren en Cleveland, y quien esperaba su primer hijo.

Chapman, en su novena temporada de Grandes Ligas, había planificado retirarse después de la campaña de ese año, aún cuando estaba en plenitud de sus facultades.

Pensaron que había sobrevivido: Soportó la operación y poco después murió  

“Sí, me voy a retirar porque ya no quiero más estas separaciones de mi esposa” había dicho en una entrevista, “voy a dedicarme a ella, a nuestro hijo y a los negocios en Cleveland”.  

Le colocaron la sortija en el dedo anular izquierdo, según la costumbre de los casados en Estados Unidos. Entonces trató de sonreír, y se desmayó. Ya no recuperó más el conocimiento.  

En el St. Lawrence Hospital, encontraron fractura del parietal izquierdo de nueve centímetros. En la madrugada del martes 17, a las 12:29, comenzaron la operación. Removieron un fragmento óseo, de unos cuatro centímetros por lado.

El cerebro había sufrido graves lesiones. Localizaron coágulos de sangre. La operación concluyó a la 1:44 de esa mañana.

Chapman respiró mejor, por lo que sus compañeros de equipo, que habían permanecido en vigilia, regresaron al hotel, confiados en que lo peor había pasado. Sin embargo, cuando horas después se levantaron, supieron que Ray había muerto a las 4:40.

“Chapman no se le apartó al lanzamiento”, Speaker. 

“No creo que Mays le tirara deliberadamente a Chappie (Ray Chapman)” dijo más tarde el mánager-jugador del Cleveland para la fecha, Tris Speaker. “Él tuvo tiempo para apartarse, pero nunca se movió».                   

El año de la expulsiónde los vendidos en 1919 

En 1920 expulsaron del beisbol a los vendidos en la Serie Mundial de 1919; Eddie Cicote, Joe (Shoeless) Jackson, Lefty Williams, Swede Risberg, Chick Gandil, Happy Felch, Buck Weaver y Fred McM

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