En medio de la creciente tensión política entre Estados Unidos y Venezuela, tras la crisis política que vive el país, el gobierno estadounidense ha emitido una dura advertencia al régimen de Nicolás Maduro, instándole a abstenerse de arrestar al opositor Edmundo González Urrutia y a María Corina Machado.
Esta advertencia llega después de que Estados Unidos solicitara ante la ONU la publicación de las actas de votación, pues sostienen las acusaciones de fraude electoral y la falta de transparencia han intensificado el conflicto interno.
El embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Mora, señaló que cualquier intento del régimen de Maduro de arrestar a González Urrutia y Machado “activaría a la comunidad internacional en formas que él no podría imaginarse”.
Mora advirtió que dicha acción podría resultar en una respuesta internacional significativa y movilizar a países que, hasta ahora, han mantenido una postura más reservada respecto a la situación en Venezuela.
El embajador también indicó que Estados Unidos está preparando una respuesta contundente en la OEA si se confirma el arresto de los opositores. “Creemos que este paso podría movilizar aún más a la comunidad internacional, incluso a aquellos que, de alguna manera, simpatizan con la situación, pero no quieren agitar demasiado las cosas en Venezuela”, expresó Mora.
Esta postura subraya el compromiso de Washington de no abandonar al pueblo venezolano y de asegurar que la situación no se resuelva sin considerar las demandas de las fuerzas democráticas en el país.
La falta de transparencia en el proceso electoral, evidenciada por la negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) a publicar el detalle del escrutinio, ha mantenido graves protestas en el país. Estas manifestaciones han resultado en al menos 24 muertos y más de 2.200 detenidos, según cifras proporcionadas por Maduro.
Por otra parte, Nicolás Maduro, comparece este viernes ante la corte suprema a la que pidió validar su cuestionada reelección, en medio de una creciente presión internacional para que divulgue las actas de la votación del 28 de julio, que la oposición denuncia como un fraude.
La audiencia responde a una solicitud que hizo la semana pasada Maduro al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), para “certificar” la elección a través de un proceso que académicos y dirigentes políticos consideran improcedente.
“Queremos paz, tranquilidad, por eso yo metí ese recurso contencioso ante el Tribunal Supremo de Justicia. Ha habido dos días de audiencia, fueron citados todos los candidatos y todos los partidos. (…) Me toca a mí”, dijo Maduro el jueves ante cientos de seguidores en una manifestación en Caracas.
La oposición, liderada por González Urrutia y Machado, mantienen las denuncias sobre el proceso como un fraude y asegura tener el 80% de las actas electorales que demuestran la victoria del opositor.
El TSJ, ampliamente criticado por su supuesta parcialidad hacia el chavismo, está encargado de revisar la solicitud de Maduro para certificar su reelección. Maduro ha defendido su victoria, asegurando tener el 100% de las actas, y ha acusado a sus opositores y a la comunidad internacional de llevar a cabo un “ataque” y un golpe de Estado en su contra.
En un movimiento adicional para controlar la narrativa, el dictador venezolano ha ordenado la suspensión de la red social X (anteriormente Twitter) por 10 días, alegando que la plataforma ha sido utilizada para difundir mensajes en contra de su gobierno.
El ambiente político en Venezuela ha llevado a esfuerzos diplomáticos por parte de países como Brasil, Colombia y México, que han instado a la publicación de las actas electorales y han solicitado una verificación independiente del proceso.