No hay nada más peligroso que hombres poderosos compitiendo por demostrar quién es mejor. En el beisbol de Grandes Ligas esa puja parece estarse saliendo de control. Los grandes equipos compiten por hacer la oferta más rimbombante, de tal forma que el nombre del pelotero queda en un segundo plano y el protagonismo gira en torno a la organización que firmó el cheque más grande. Evidencia de ello es lo que se está viviendo con Juan Soto.
El dominicano, que se prepara para jugar su octava campaña en MLB, acordó un contrato récord de 15 años y 765 millones de dólares, sin pagos diferidos, ni letras pequeñas que reduzcan el impacto de la negociación. Un contrato que, de acuerdo con varios medios estadounidenses, superó solo por cinco millones la oferta de los Yankees, equipo con el que acaba de disputar la Serie Mundial.
Estamos hablando del contrato más grande en la historia de los Mets y el más grande en la historia de MLB. Claro, por ahora, porque por como van las cosas seguramente otra estrella lo superará pronto. Tal y como éste está superando el acuerdo que Shohei Ohtani firmó con los Dodgers en diciembre de 2023 por 700 millones y 10 años, el cual entonces dejó muy atrás la marca anterior, que poseía el 11 veces “All-Star” Mike Trout desde 2019, cuando pactó con los Angelinos por 426,5 millones.
Pareciera que no hay vuelta atrás, se cayeron todos esos análisis que sugerían que el contrato de Ohtani era una excepción porque se trataba de un pelotero fuera de serie que podía batear y lanzar con calidad. Juan Soto, un pelotero convencional, es decir, que cumple un solo rol dentro del equipo, lo ha superado cómodamente. Y no me malentiendan, no es que el dominicano no sea una superestrella, lo es.
Hablamos de un pelotero cuatro veces All Star, cinco veces bate de plata, campeón bate, campeón del Jonrón Derby y campeón de Serie Mundial. Un muchacho que ha maravillado desde su ascenso en 2018 cuando quedó segundo en la elección al Novato del Año y le han bastado siete campañas para conectar 934 inatrapables, 201 de ellos jonrones, e impulsar 592 carreras. Pero eso no hace que su firma sea menos impactante. Superó las ganancias de por vida que consiguieron los astros LeBron James, en la NBA, y Tom Brady, en la NFL, cuyos salarios de por vida COMBINADOS dan 761 millones.
E insisto, esto no parece ser el final, quizás sea la firma más grande de este año o el próximo, pero más temprano que tarde lo van a superar porque las negociaciones se salieron de control y que los contratos persiguen más bien un impacto mediático, que exhiba el poder adquisitivo de los equipos, recuperar la inversión en marketing es la meta evidentemente. ¿Pensará MLB, en algún momento, poner un límite salarial?, deberían.
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