A esto se suman 36 sillas azules prioritarias distribuidas a lo largo de los vagones, reservadas para adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con movilidad reducida y ciudadanos que viajen con niños en brazos.
Los trenes del Metro de Bogotá serán completamente eléctricos y operarán bajo un sistema automatizado, sin necesidad de conductor. Su funcionamiento estará monitoreado desde el Centro de Control Operacional, que supervisará en tiempo real aspectos como la velocidad, la tracción y los sistemas de seguridad.
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Cada tren contará con un sistema de control y señalización ferroviaria conocido como CBTC, el cual sincroniza la apertura y cierre de las puertas de los vagones con las de las plataformas, garantizando la seguridad de los pasajeros. Además, estarán equipados con cámaras de seguridad, sistemas de ventilación, iluminación y pantallas con información en tiempo real.
Los trenes se someterán a pruebas estáticas en el patio taller de Bosa, donde expertos revisarán los sistemas eléctricos, de frenos y comunicación antes de iniciar los ensayos dinámicos. Estas pruebas incluyen la simulación de carga con tanques de agua, para verificar la capacidad del tren bajo condiciones similares a las de un viaje real.