El pueblo cristiano en Venezuela celebró con éxito el Gran Ayuno Nacional, una jornada de esperanza, unidad y fe que convocó a más de 2 millones de personas en todo el territorio. El evento, impulsado por la organización Marcha para Jesús Venezuela, tuvo como objetivo la intercesión por la nación.
“Declaramos que esta nación es Tierra de Gracia, Venezuela está reverdeciendo y se establece como la tierra donde fluye leche y miel. Lo que hoy realizamos es un antes y después para la historia de este país”. Expresó el pastor Hugo Diaz, presidente de Marcha para Jesús.
El evento demostró una coordinación y cohesión sin precedentes. Más de 12.000 iglesias cristianas de todas las regiones del país se unieron a la jornada desde sus congregaciones llevando a cabo el ayuno y la oración a lo largo del día. Este despliegue garantizó la participación simultánea de millones de ciudadanos en un solo sentir.
El ayuno se centró en un llamado integral por la transformación del país. Los participantes se unieron para pedir por la bendición, el perdón nacional y fortalecer la unidad entre los ciudadanos. El objetivo fue claro: asegurar un avivamiento de valores, una restauración social y el establecimiento de la paz y el bienestar en Venezuela.
Los organizadores señalaron que esta movilización masiva es un hito histórico que reafirma la convicción y la esperanza en el poder de la fe para generar cambios. El mensaje final de la jornada fue unánime y contundente: “Venezuela es una nación de fe y es tierra bendita”.