La adaptación cinematográfica de La vida de Chuck, novela de Stephen King, se presentó ante la prensa en Los Ángeles. El actor británico Tom Hiddleston lideró la rueda de prensa y articuló su intervención en torno a la plenitud de la vida y la incertidumbre del final.
Hiddleston interpretó a Chuck Krantz, un hombre común con un mundo interior de “conexiones, recuerdos y experiencias”. El actor británico señaló que los “pequeños momentos” se convertirían en las “estrellas más brillantes” de la memoria final.
Aseguró también que el guion le impactó por exponer la ignorancia sobre el último día de la vida.
“Vivimos esa incertidumbre e hicimos lo mejor con la vida que tenemos”, explicó.
El cineasta Mike Flanagan dirigió la cinta. La película se estructuró en tres actos inversos, que exploraron la existencia de Chuck desde su fallecimiento hasta su infancia.
Flanagan, según lo reseñado en EFE, indicó que el enfoque se situó en la emotividad, distanciándose del terror arquetípico de King. El director declaró que el concepto del “universo dentro de cada uno de nosotros” resultó “hermoso” y “reconfortante”.
La estrella Mark Hamill interpretó a Albie Krantz, un hombre “muy común” con afición por las matemáticas. Por su parte, Kate Siegel, quien dio vida a Miss Richards, la maestra de Chuck, sentenció la importancia emocional del proyecto: “Cada persona es totalmente insignificante y cada persona es la persona más importante del universo”.
La película se estrenó el 17 de octubre. La obra representa un tributo a la resistencia y a la conexión humana frente a la incertidumbre.
EFE