Los delincuentes ejecutaron el robo con una precisión milimétrica. Completamente encapuchados, accedieron al edificio por el lado de los muelles del Sena, donde actualmente se realizan obras de construcción. Aprovechando esta circunstancia, utilizaron un montacargas para llegar directamente a la sala objetivo: la emblemática galería de Apolo del museo Louvre de París.
Una vez en el lugar, dos hombres rompieron las vitrinas y penetraron en el interior, mientras un tercer cómplice permanecía apostado en el exterior vigilando. Los asaltantes se apoderaron de nueve piezas de incalculable valor histórico pertenecientes a la colección de joyas de Napoleón y la emperatriz: collares, broches, diademas y otras piezas que se encontraban expuestas en las vitrinas dedicadas a Napoleón y los soberanos franceses.
Sin embargo, el famoso diamante Régent, la pieza más valiosa de la colección con más de 140 quilates, no fue sustraído. Tras cometer el robo, los delincuentes huyeron en un scooter Yamaha TMax en dirección a la autopista A6. El valor del botín aún está por determinar, aunque las autoridades temen que las joyas puedan ser fundidas para vender el oro, como ocurrió hace un mes con las pepitas robadas en el Museo de Historia Natural.